Si preguntáramos a la mayoría de los españoles cual ha sido el
momento mas especial dentro del mundo del fútbol, el mas intenso, aquel que
nunca olvidaran, ese que vivieron con mayor emoción y que se les viene a la
cabeza cada poco tiempo, seguro que la mayor parte de ellos responderían que sin
duda fue la final del mundial de 2010 con aquel gol de Iniesta que nos hizo ser
campeones del mundo de selecciones, algo que en el mundo del futbol es único y
que los españoles, hasta la fecha, nunca habíamos podido saborear.
Otros muchos contestarían que la cúspide futbolística se
alcanzó con la memorable Eurocopa del 2008 y con aquel gol de Torres, ya que
para muchos aficionados fue el primer titulo conseguido a nivel de selecciones
(con respeto a la Eurocopa del 64) y porque fuimos capaces de romper la siniestra
barrera de los cuartos de final que nos perseguía desde hace muchos años.
Muchos madridistas, en cambio, responderían que el momento culmen futbolístico
llegó con “La Séptima”, ya que la Champions siempre ha sido un titulo muy
especial dentro de la familia madridista y sobre todo porque llegó después de
32 años sin conseguirla.
Pero para otros cuantos aficionados blancos, y en los que yo
me incluyo, hay un día quizá irrepetible en nuestras vidas y que guardaremos siempre
en un rincón muy especial de nuestra memoria. Fue la liga 06/07 y en particular
su jornada 37. Para los que no me entienden fue la famosa liga del “tamudazo”.
Seguramente lo que la hizo tan especial a esa liga fue el
momento en la que llegó y sobre todo la forma en la que se consiguió…
El Madrid llevaba 3 años en blanco, tenía un presidente
nuevo, muchos cambios dentro del club y una política de fichajes muy diferente
a la que Florentino nos tenía acostumbrado. Mijatovic (director deportivo)
fichó a Van Nistelrooy, Cannavaro y Emerson, 3 jugadores que juntos rozaban el
siglo de vida, y en el mercado invernal consiguió la contratación de Higuain y
Gago (19 y 20 años), 2 jugadores que apenas contaban con experiencia profesional
y que procedían de una liga muy diferente a la española como era la argentina.
El Barça venia de conseguir 2 ligas consecutivas y una copa
de Europa dirigido por un gran Frank Rijkaard.
La liga empezó muy bien para el Barca y enseguida logro
escaparse del R. Madrid, una diferencia que los merengues fueron acortando
semana a semana hasta que en la jornada 34, gracias a la remontada contra el
Español con aquel gol milagroso de Higuain
y el pinchazo del Barca contra el Betis, el equipo de Capello se colocó líder,
un liderato que los blancos ya no soltarían en el resto de temporada.
El clímax futbolístico llegó en la jornada 37. Madrid y Barcelona
llegaban empatados a puntos en lo más alto de la clasificación, pero con el golaveraje
a favor de los blancos. El Madrid visitaba a un Zaragoza que se jugaba su pase
a Europa y El Barça recibía a un siempre complicado Español. El partido llego
al minuto 88 en Zaragoza y el Madrid perdía 2-1 mientras que en el Camp Nou el
partido discurría por su minuto 89 y el Barca ganaba por 2-1 en el derbi
catalán. El Madrid necesitaba un milagro histórico para conseguir aquella liga ya
que en la última jornada el Barça viajaba a Tarragona para enfrentarse a un ya
descendido Nastic.
Los periodistas que trabajaban en los medios digitales ya
preparaban sus titulares: “Cuarto año en blanco” “ Otro presidente, mismo
resultado” “Mijatovic fracasa como director deportivo” “El método de Capello ya
esta obsoleto” “Higuain y Gago estan muy verdes” “ El Madrid tramita la pension
de jubilación para Cannavaro, Emerson y Helguera” “ Los capitanes Guti y Raul
ya no son importantes” …
En ese mismo momento marcó Van Nistelrooy el empate a 2 para
su equipo y todo el madridisimo desvió su miraba a Barcelona, pero el marcador en
el Camp Nou seguía reflejando el 2-1 en favor de los cules. Pero a los 18
SEGUNDOS marcó Tamudo. En tan solo 18 SEGUNDOS la liga dio un vuelco inexplicable.
Quizá los aficionados del Barcelona que se encontraban en el campo, trasmitieron
emocionalmente a sus jugadores aquel gol del holandés, ya que era una tarde típica
de transistores y el murmullo de los aficionados cules corrió como la polvora
por todo el estadio.
El gol de Tamudo enmudeció a todo un Camp Nou, 98.000
espectadores en silencio, un silencio que da pánico, un silencio que para el jugador
es mucho más temido que cualquier pito o abucheo. En esos 18 SEGUNDOS el país
se paró, el Madrid soñó y el Barca lloró, el devenir de los entrenadores,
jugadores y directivos cambio por completo y el vuelco de emociones en los
aficionados merengues fue irrepetible, tanto que esos
18 SEGUNDOS no los olvidaré en la vida.
(Mi celebración no puedo contarla
en estas líneas porque seria digna de una persona que esta cobrando una
pensión)
Los periodistas borraron rápidamente todos aquellos titulares y enseguida teclearon: “Nuevo
presidente, nueva ilusión”, “Mijatovic, gran jugador, mejor director deportivo”,
“Capello al rescate” , “Higuain y Gago futuras estrellas del fútbol” , “La veteranía
de Emerson, Cannavaro y Helguera dan una nueva liga al Madrid” , “ Raul y Guti
demuestran los valores de un capitán” …
Quizá para muchos la valoración del presidente, del entrenador y de los jugadores
fue la correcta porque para ganar el titulo de liga se dispone de 38 jornadas y
el resultado final es lo que cuenta. Para otros el juicio de aquellos 18
SEGUNDOS marcaron las buenas críticas de ese Madrid y creen que no es justo
hacer una valoración por algo tan fugaz. A mi la verdad que me da igual, solo me
quedaron en mi memoria aquellos 18 SEGUNDOS que cada vez que pienso en ellos se
me dibuja una sonrisa